3.2 Lignanos Y Cáncer De Mama


3.2         Lignanos Y Cáncer De Mama

El papel protector del consumo de lignanos vegetales (contenidos en alimentos vegetales como los cereales integrales, la fibra alimentaria, el té o el café) parece estar mejor establecido, a tenor de los resultados de los estudios epidemiológicos realizados. Así por ejemplo en un amplio estudio realizado en mujeres vegetarianas y no vegetarianas se demostró que el nivel de eliminación urinaria de lignanos en las mujeres vegetarianas es muy superior al de las no vegetarianas y el de estas últimas muy similar a de las mujeres enfermas de cáncer de mama. La razón que se apunta para esto es que el consumo de alta cantidad de lignanos parece estimular la producción intestinal de enterolactona (recordemos un compuesto con actividad estrogénica). La enterolactona, y su precursor el enterodiol inhiben la iniciación y la fases de crecimiento de tumores de mama inducidos en ratas. Otros estudios realizados con estos productos administrados prepuberalmente a animales de experimentación, demuestran que tienen un papel protector parecido al que describimos anteriormente para las isoflavonas, incrementando igualmente la diferenciación celular durante el desarrollo mamario.

Como consecuencia de todos estos estudios se ha propuesto que una concentración plasmática de enterolactona de en torno a 30-70 nmol/L es protectora frente al cáncer de mama en las mujeres (así como frente a otras patologías como la enfermedad coronaria aguda).

Es indudable pues que el consumo de alimentos ricos en fibra, cereales integrales y en general de lignanos vegetales (café, te, frutas y verduras con piel, etc) tiene efectos muy beneficiosos para la salud. No obstante hay que ser conscientes de que, si bien contribuyen, estos efectos no deben ser atribuidos exclusivamente a la enterolactona, dado que el consumo alta cantidad de lignanos es reflejo en general de una dieta (y probablemente un estilo de vida) más sano. Este tipo de dietas vegetarianas se relacionan con la síntesis de otros compuestos con probada acción anticancerosa como el butirato, la disminución de la síntesis de potentes mitógenos como la insulina o el IGF1, o la síntesis de elevadas concentraciones de proteína transportadora de IGF (IGFBP), todos ellos factores protectores del cáncer.