2. Hormonas Y Cáncer


2.    Hormonas Y Cáncer

La primera evidencia científica que relacionaba cáncer con hormonas fue obtenida por el cirujano escocés George Betason en 1898, cuando demostró que algunos cánceres inoperables detenían su progresión tras la ovariectomía quirúrgica (Beatson, 1898). Pero es preciso constatar que el término hormona no sería introducido hasta 1921 por Bayliss y Starling para la Secretina, y que el término estrógeno sería introducido en 1935, por lo que Beaston se refirió únicamente a la dependencia ovárica del cáncer de mama.

Ahora sabemos que los cánceres relacionados con hormonas "clásicas", las segregadas por órganos especializados y que alcanzan sus células diana a través de la sangre, constituyen una lista creciente: estrógenos en mama y endometrio; andrógenos en próstata; gonadotropinas en ovario y testículo; tiroestimulante en tiroides.

Pero el concepto de hormona también ha evolucionado. Para la Endocrine Society, hormona es todo compuesto producido por células del organismo capaz de modificar la actividad de otras células distantes. Esta definición incluye a los factores de crecimiento y las moléculas implicadas en la respuesta celular a las mismas, cuyos mecanismos de acción no difieren de algunas hormonas clásicas. Si se utiliza esta interpretación amplia del concepto de hormona, seguramente no habrá ningún tipo de cáncer que de alguna forma no esté relacionado con las hormonas.

Aquí nos referiremos únicamente a los cánceres dependientes de un grupo hormonal concreto, los estrógenos, y a su capacidad carcinogénica sobre el epitelio mamario.