2.1 Embolización Tumoral


2.1     Embolización Tumoral

El término embolización significa la oclusión de un vaso mediante la introducción en el torrente sanguíneo de un cuerpo extraño o tejido biológico; éste provoca la interrupción del flujo vascular mecánicamente o mediante la producción de una intensa reacción inflamatoria de la pared. Se han desarrollado un gran número de procedimientos para tratar diversas y diferentes patologías.

Un tumor localizado en crecimiento, presenta habitualmente una vascularización arterial muy importante. Por tanto, un procedimiento intervencionista puede alterar selectivamente la vasculatura nutricia del tumor o también se puede perfundir una sustancia química agresiva que ejerza su acción localmente. Estas técnicas de embolización tumoral con diversos materiales sólidos (partículas, gel foam, espirales...) o con sustancias químicas, se aplican en función de las características de extensión del tumor, localización y estirpe histológica.

En otras ocasiones la embolización se plantea como paso previo a un procedimiento quirúrgico. Se trata de reducir el volumen del tumor y fundamentalmente de la vasculatura peritumoral, para que de esta forma, pasados unos días, una intervención quirúrgica se desarrolle de una forma mucho mas sencilla y con mejores expectativas de éxito.

En órganos accesibles, fundamentalmente el hígado, se pueden embolizar tumores por punción directa a través de la piel. Con controles ecográficos o TAC, se puede dirigir una aguja de punción hacia el núcleo del tumor y perfundir la sustancia apropiada en el núcleo tumoral. Con esta técnica, se aplican diversos materiales de embolización y también se puede aplicar radiofrecuencia in situ.