4.2 Medicina Nuclear


4.2         Medicina Nuclear

El 30% de las exploraciones realizadas en Medicina Nuclear son utilizadas en el diagnostico de extensión de los tumores:

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Gammagrafía ósea con 99mTcMDP: Es más sensible que la radiografía para la detección precoz de metástasis óseas. El 73% de los pacientes oncológicos con dolor óseo presentan gammagrafías anómalas. Los tumores más estudiados son el de mama, próstata, pulmón y renal. El 45% de los cánceres asintomáticos presentan gammagrafías patológicas especialmente el cáncer de próstata. El patrón más común es el de lesiones focales múltiples distribuidas de forma aleatoria en el esqueleto axial. Si el patrón es el de "lesión solitaria" el diagnostico es más difícil y debe complementarse con la radiografía convencional , la TAC o la RMN. Si la lesión metastásica no produce formación ósea reactiva, la gammagrafía puede ser normal lo que ocurre en menos del 5% de las metástasis y en el mieloma múltiple.
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Gammagrafía con I131 metayodobencil-guanidina ( I131-MIBG): Análogo de la noradrenalina y de la guanetidina , se utiliza en el diagnostico de los pacientes con feocromocitoma y en los tumores dependientes de la cresta neural.
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Gammagrafía con octreótido: Análogo de la somatostatina, constituye una alternativa al I131-MIBG .Se utiliza para el diagnostico de extensión de tumores con actividad endocrina provenientes del sistema APUD (carcinoma endocrino de páncreas, carcinoide, microcítico de pulmón, feocromocitoma ) que generalmente son pequeños y difíciles de detectar por el TAC o la RMN. Su sensibilidad es elevada ,100% para el feocromocitoma, 80% para el adenoma de hipófisis y 95% para el gastrinoma aunque su desventaja es el mayor coste. En el caso de los linfomas la gammagrafía con Galio 67 pude aportar un informe adicional a la TAC o utilizarse cuando la información de éste es dudosa aunque es más frecuente su uso en la evaluación de la respuesta al tratamiento y de la masa residual así como la monitorización de las recidivas. Otro avance en el campo de la Medicina Nuclear es la Inmunografía o gammagrafía con anticuerpos monoclonales específicos que permite la detección de patología oculta neoplásica complementándose con el TAC. La linfografía regional isotópica es útil en la detección del ganglio centinela en el melanoma o en el cáncer de mama. Consiste en la inyección peritumoral de 99mTc coloide permitiendo localizar el primer nodo de drenaje de la vía linfática. La imagen gammagráfica permite localizar dicho ganglio radioactivo preoperatoriamente e incluso con detectores manuales "adhoc" (gamma probe) se puede localizar intraoperatoriamente (rendimiento del 95%). Si el ganglio centinela está libre de metástasis en la biopsia se evita la resección ganglionar amplia. La PET (tomografía con emisión de positrones) es una técnica de imagen nueva de Medicina Nuclear que aporta información de índice funcional y metabólico distinta de la morfológica-estructural de otras técnicas. La molécula más utilizada es la Fluordesoxiglucosa marcada con F18 conocida por F18-FDG. Diversos estudios han demostrado alta sensibilidad y especificidad para la estadificación linfoganglionar y mediastínica del cáncer de pulmón no microcítico, pudiendo fusionarse a las imágenes morfológicas aportadas por la TAC. La utilización de ambos técnicas ha permitido reducir el número de mediastinoscopias o cirugías innecesarias y por otro lado rescatar a pacientes para cirugía en casos seleccionados. También se ha demostrado su validez y ha sido aprobado su uso junto con técnicas complementarias en la estadificación ganglionar axilar y sobre todo del territorio de la mamaria interna en el cáncer de mama así como en el diagnostico diferencial de las recurrencias adenopáticas con los cambios postquirúrgicos en diferentes carcinomas como el de colon. Además puede ser útil en el estudio de algunas metástasis a distancia (como la afectación suprarrenal en el cáncer de pulmón o las metástasis a distancia del cáncer de colon y de mama). En cuanto a la estadificación/reestadificación y valoración de la masa residual en los linfomas de Hodgkin y no Hodgkin agresivos de grado intermedio-alto también ha demostrado superioridad con respecto a la TAC y estudios gammagráficos, estando permitido en España su uso tutelado.